16.12.11

Lo peor de los hombres guapos... es que saben que lo son.

"Yo de eso no entiendo", es un comentario masculino habitual cuando se trata de valorar la belleza de otro hombre. Nosotras las mujeres hablamos con naturalidad de la belleza de otras mujeres, para alagarla o para criticarla, algo que a ellos ni les importa ni les condiciona. Pues es irrelevante la belleza en un hombre pero es importante para una mujer, algo muy practico sobre todo cuando eres feo. No hay nada comparable con la rabia masculina, ellos se ponen peores a la hora de encontrar defectos. Y es que les pasa lo mismo que a nosotras, que se exasperan cuando el otro sexo cae rendido ante la belleza con la que la naturaleza ha agradecido caprichosamente a unos y a otros no. La belleza tiene los mismos efectos en los ambos casos: atrae al sexo contrario, facilita la vida y la dulcifica. 
Según un estudio, el aspecto físico ocupa el tercer puesto a la hora de contratar a alguien. ¿Injusto? Tal vez, aunque quizá no mas que la alta valoración de la inteligencia con la que la naturaleza también ha premiado caprichosamente a unos y a otros no.
Hay otro elemento que reprime a un hombre cuando se le pide que valore la belleza de otro hombre. Las normas no escritas sobre la masculinidad. De hecho hay que estar muy seguro de la propia masculinidad para valorarle físicamente, puesto que cuando se atreven a apreciarle, lo tachan de afeminado o de poco hombre. Porque eso debería ser, según ellos, cosas de mujeres.

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