13.2.12

¿Sabes que te quiero?

Sentado en un banco, se esconde bajo unas gafas de sol. Las lleva puestas porque, aunque nunca lo reconocerá, esa noche ha llorado y tiene los ojos hinchados. ¿Cuánto tiempo hacía que no lloraba? No lo recuerda. Quizá tres o cuatro años. Y es que en ese periodo no le ha hecho falta ni ha tenido motivos. Y, si los tenía, ha pasado de puntillas por ellos. Su vida era perfecta, llena de comodidades. Y del amor no ha querido saber nada en todos esos años. Así que se ha ahorrado mucho sufrimiento. Sin embargo, las cosas han cambiado. No quiere hacer repaso ni sacar conclusiones. Simplemente, las cosas pasan. Como dice siempre, lo hecho, hecho está. Sin embargo, sabe que debe mejorar en algunos aspectos de su personalidad para dejar completamente atrás el pasado.

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