6.6.12

Las cosas buenas llegan en pequeñas dosis.

Dicen que los mejores perfumes se esconden en frascos pequeños. Las esencias que valen la pena, las personas nobles suelen ocultarse en envases sencillos, en recipientes que no destacan por encima del resto, que están al final del tercer pasillo a la izquierda en esa enorme perfumería que es, en el fondo, la vida. Esas fragancias ocultas que, por el aspecto de sus frascos, poca gente quiere comprar.
Raramente topamos con personas que están poco acostumbradas a demostrar sus sentimientos, pero que con cada pequeño detalle en que nos demuestran su amor sale del corazón. He rebuscado entre las cajas hasta dar con un frasco que llamaba la atención, sí, pero por la ausencia de adornos prescindibles. Ese del que nos enamoramos y que, pese a quien le pese, crea lazos mas sólidos que aquellos formados por un Channel, al que, cuando se le desgasta la pintura del envase se le olvida el amor, las buenas maneras y hasta su nombre.

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