5.9.12

Para que nadie oyera los deseos.


Era fácil, muy fácil teorizar cuando una resistente barrera dividía las dos orillas. Cuando yo gritaba "quiero" y a ti te llegaban susurros de "no debo". Era tan sencillo como hacerse los invidentes , los sordos y en ocasiones, los mudos.
...Para que nadie supiera lo que se siente...,
...para que nadie viera los estragos...,
...para que nadie oyera los deseos...,
...para que nadie nos hiciera daño...

No hay comentarios:

Publicar un comentario