12.11.13

Soy casi tolerante.

"Yo soy tolerante. Tengo poca paciencia, pero soy tolerante… con casi todo. Casi todo porque hay ciertas cosas que pueden conmigo, que me superan, me sacan de quicio y no puedo con ellas. Así como Sheldon Cooper no tolera que alguien se siente en su sitio. Así de exagerado.
Claro que existen diferentes niveles. Hay detalles que con un poco de esfuerzo pueden pasarse… Como por ejemplo las faltas de ortografía mortales: “te hecho de menos…“. Precioso, pero todo el encanto que conlleva esa frase se pierde por completo.
O las felicitaciones por Facebook, siempre manteniendo esa originalidad y sinceridad innatas: “¡Muchísimas felicidades! ¡Pásalo genial en tu día! A ver cuándo nos vemos!”. Para eso mejor aprende de Groucho Marx y felicita con clase: ”Como sigas cumpliendo años, acabarás muriéndote. Besos, Groucho“.
Tampoco entiendo a los dichosos que se compran esa belleza y obra maestra que el hombre ha creado bajo la marca Porsche, y luego, los desgraciados, lo asesinan pintándolo de blanco. Una persona hortera y con dinero es una mala combinación.

En fin, se pasa mal, pero se supera.
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Sin embargo, hay especialmente cinco perfiles de persona que dudo mucho que pueda llegar a tolerar algún día:
1. Los fantasmas: Son aquellos que siempre tienen alguna historia muy creíble que contar. A veces solo te faltan las palomitas cuando escuchas la película que te está soltando. Desde luego que imaginación no le falta. Adora ser el protagonista, el centro de atención y es que necesita presumir y alardear para sentirse importante. Si tienes el honor de que te considere de su rango, puede convertirse en tu mejor amigo; ahora, como te descuides y bajes el listón… los fantasmas desaparecen.
Una de las cosas que me fascina es su lista de contactos, es tan asombrosa que da igual de quién hables – pongamos que del asesino de Kennedy (todo un enigma) – siempre puede sorprenderte con un: “Tengo un amigo que le conoce”. Muy curioso. Pero lo más divertido es que se les distingue a la legua, y cuando se acercan yo solo puedo escuchar la banda sonora de una serie animada muy mítica llamada “Los Cazafantasmas” en donde cantaban:
“Who ya gonna call? GHOSTBUSTERS!!”.

2. Los superficiales: “La gente brillante habla de ideas, la gente común habla de cosas y la gente estúpida habla de la gente”. Pero más allá de la capacidad de una persona de mantener una buena y profunda conversación, también incluyo a aquellos que juzgan de inmediato basándose en lo meramente físico y material. – “Mira ésa qué cochazo tiene, seguro que es una flipada” – “Mira ése lleno de tatuajes, seguro que es un yonki“. – Vamos a ver, encanto, y tú qué sabes. -
No saben porque los superficiales solo ven lo que aparentas… Pero a estas alturas, poco debe importarte lo que opinen de ti, ellos se pierden lo que realmente eres.
3. Los negativos: Más bien me hacen gracia, son algo así como: “Todavía no sé qué va a preguntar pero me opongo“. Son pesimistas por naturaleza, esa negatividad nace, no se hace. Cualquier contratiempo es un drama para ellos, siempre tienen un “pero” en el bolsillo, y todo parece estar en su contra desde su perspectiva. Suelen defenderse asegurando: “No soy negativo, soy realista“. No se engañen, todos debemos ser realistas y tener los pies en la tierra, pero ellos se rinden sin ni si quiera intentarlo. Necesitan más confianza en ellos mismos y recordar que, cuando hay tormenta, se puede aprender a bailar bajo la lluvia.

4. Los niñatos mimados: Niños de mamá que nunca les ha faltado nada y que, en vez de valorarlo, desprecian todo lo que está por debajo. Esos aires de superioridad y tontería realmente pueden conmigo. No conocen el trabajo duro ni la palabra humildad. Para ellos una “gran preocupación” puede ser que la nueva colección de Louis Vuitton se ha agotado. No sé qué será de ellos cuando la vida les enseñe lo que es un problema de verdad.

5. Los “no sé”: No tienen ni un ápice de personalidad. Cuando hay que proponer algún plan, sus respuestas no iran más allá de: “no sé”, “me da igual”, “lo que quieras”. Podría proponerle: ¿Robamos un banco?, que la contestación no varía. La toma de decisiones la tienen vagamente desarrollada, pero lo que más echaras en falta en estas personas seran las discusiones. Si tu dices blanco, el otro estara de acuerdo, si es negro, también. Es desesperante, una persona que siempre coincide es terriblemente aburrido. Lo interesante y lo que enriquece una relación es tener a gente con distintos puntos de vista, con argumentos propios y con la que puedes tener una agradable discusión."

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