20.8.14

Mejor otro día.

No se lo contarás a nadie. Llenarás una maleta (o mejor aún, una mochila) sólo con lo imprescindible, correrás a la estación y te irás. Comprarás un billete al azar, jugando con la máquina expendedora teclearás la primera letra que te venga a la cabeza, cerrarás los ojos yseleccionarás un destino aleatorio que te llevará en la dirección seleccionada por tu dedo caprichoso. Bajarás al anden y con una brisa ligera y fresca dándote en la cara te despedirás en silencio y subirás al tren echando un último vistazo a la ciudad y a todo lo que estás dejando atrás.
Pero hoy no, tienes que acabar el informe antes de las cinco.
Mejor otro día.
Hoy, de camino a casa, comprarás un carrete, cogerás la cámara que te regaló tu padre y saldrás a la calle. ¿Recuerdas lo mucho que te gustaba hacer fotos? ¿El día que aprendiste a revelar? ¿La primera vez que te emocionó una foto hecha por ti? Tenías veintipocos años, una vida por delante y juraste que lo harías cada día. Pase lo que pase nunca te separarías de esa cámara, dijiste. ¿Te acuerdas de la última vez que la cogiste? Probablemente no. Por eso vas a cogerla hoy al llegar a casa.
Aunque con lo cansada que llegas del trabajo… Tal vez no.
Mejor otro día.
¿Dónde estará él? La última vez que os visteis fue besándoos en el metro. Tú después cruzaste el torno y te marchaste sin volverte, él subió las escaleras a la calle. Tú volviste con el chico que te está esperando en casa y decidiste acabar con el respiro que “habíais” decidido daros. Hace tres años ya de eso y todavía te preguntas si podrás aguantar mucho más sin salir a tomar aire.¿Dónde estará él? ¿Seguirá en la boca de metro esperando a que te des la vuelta y salgas? ¿Seguirá trabajando en el sitio en el que os conocisteis? Podrías ir a buscarlo y continuar desde donde lo dejasteis.
Pero hoy no. Hoy es el cumpleaños de tu madre y os espera para cenar.
Otro día, mejor.
Hoy no es muy diferente de ayer. ¿Quién distingue ya los lunes de los martes cuando sabe que mañana todo va a seguir igual? A ti te sonará el despertador, a otra la despertará alguien con un beso. Tú te pondrás la ropa que elegiste anoche antes de acostarte, otra se levantará desnuda y caminará descalza hasta la playa. Tú bajarás al parking, cogerás el coche y te meterás en un atasco, otra vivirá donde otros pasan solamente un mes de vacaciones. Tú te sentarás en la misma silla, frente a la misma mesa, delante de un ordenador idéntico al de la persona que tienes a tu izquierda que es a su vez idéntica a la persona que tiene a su derecha, que eres tú, como en un caleidoscopio sin colores. Alguien estará escribiendo tu novela. Tú estarás protagonizando algo que otros escribieron para ti.
Tú puedes elegir ser tú o la otra.
Puedes empezar a hacerlo ahora o esperar.
Sólo de ti depende si hoy es hoy o solamente es otro día.

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