25.10.14

Enviado al amor de su vida.

Te escribo este mensaje para comunicarte que soy el amor de tu vida! Sé que de primeras te parecerá atrevido e inadecuado, sin embargo, estoy tan convencido que nuestras vidas irremediablemente se unirán como que tu belleza ilumina mis noches más oscuras y calma mis días más bravíos.

Solo pensar en ti hace que crezca dentro de mí una sensación de alegría y felicidad que impregna mi sangre cual infusión de vida, acelera mi corazón y lleva a todos los rincones de mi cuerpo esas ganas de vivir contigo, sentirte, quererte, ayudarte, en definitiva… amarte.

Consigue que lo más insignificante que ocurre en mi vida cobre un verdadero sentido y que aquellas cosas que me preocupan y atormentan parezcan débiles castillos de arena que se estremecen con la suave acaricia de la marea, marea que tú y yo observamos sentados en la arena, que va y viene a nuestro antojo, como lo harán nuestras vidas.

No necesito a nadie ni nada a mi lado para saber que no hay nada más fuerte que lo que tú y yo tenemos, nada más indestructible e incorruptible, solo necesito mirarte a los ojos y antes de que un simple pestañeo intente desviar mi atención, ya estoy viendo en el interior de tu iris los pequeños surcos que su color me deja entrever, surcos que relatan una vida juntos, recuerdos que están por llegar, sentimientos por vivir, vidas por descubrir, surcos que relatan un pasaje que no es otro que un amor inevitable, un amor único, un amor que solo tiene dos palabras para describirlo, TÚ y YO.

Quiero levantarme un lluvioso día de cualquier mes, cualquier año, en cualquier lugar y verte a mi lado. Quiero que mientras las gotas resbalan juguetonas por el cristal, como si de un juego de malabares se tratase, mientras las sinuosas arrugas de las sábanas me incomodan, mientras el frío invierno llama incesante a la puerta, mientras unos tenues pero decididos rayos de sol se cuelan por la ventana para acariciar y coquetear con tu delicada piel como si intentasen ganarme en este estúpido juego del querer… quiero, que mientras pasan todas esas insignificantes y pequeñas cosas, pueda disfrutar del mayor y más importante regalo que ésta vida me puede dar, poder mirarte a los ojos mientras duermes y darme cuenta de verdad que estás junto a mí, porque tú quieres y yo quiero, porque nos necesitamos, porque nos buscamos y nos encontramos, porque siempre que te necesito estrás ahí, en definitiva, porque nos amamos.

No deseo otra cosa más que quererte, no quiero nada más que poder amarte, no amo a nadie como te a ti. Quiero que este deseo de amor seas tú. TÚ Y YO. Para siempre. Juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario