31.1.15

Todo ese miedo que me das.


No me da miedo caminar a oscuras, ni quedarme sola en casa. No me dan miedo las alturas, ni los monstruos de debajo de la cama. No me dan miedo las pesadillas, ni las agujas. No me dan miedo los cementerios, ni la niebla, ni la velocidad… Y es que los miedos más comunes son los que realmente menos miedo me dan.

Me da miedo no encontrarte nunca, me da miedo perderme y con ello no encontrarme a mí. Me da miedo no sentir pena si te marchas, me aterra que te quedes y yo no esté. Me da miedo buscarte y esperarte y que tú no vengas nunca. Me da miedo que nunca llegues a abrazarme ni a llamarme. Me da miedo que pase mucho tiempo intentando que esto funcione y que el problema que tenemos, no tenga solución. Me da miedo cruzarme contigo y no verte, me da miedo que desaparezcas de repente, o lo que es peor, que aparezcas. Me da miedo soñar contigo y no querer despertar. Me da miedo que me rompas y que me olvides. Me da miedo llorar y que no valga la pena. Escribirte cartas, dedicarte canciones. Me da miedo que existas y no saberlo. Me das tanto miedo que cada vez que siento que estás ahí salgo corriendo.

Tengo la esperanza de que un día por fin me atreva a ponerme frente a ti, cara a cara y que al hacerte frente, todo ese miedo que me das desaparezca sin dejar rastro. A tocarte lentamente, olvidando que si me ganas acabaras conmigo. No te prometo nada. Pero si te veo algún día intentaré tirar por la ventana todo ese miedo que me das.

No hay comentarios:

Publicar un comentario