30.3.13

Personalidad, no caprichos

 Muchas veces la gente confunde personalidad con caprichos. Por eso puede que muchos de ellos me hayan etiquetado como caprichosa. Por el simple motivo de ser diferente a ellos, se alejaron de mi, incluso caerles mal.
Reconozco que tengo determinados hábitos a los que no renuncio y tengo una personalidad fuerte, pero no considero que soy una exagerada.
El hecho de que no me gusta comer y beber en platos y vasos desportillados no significa que soy una caprichosa, sino que me respeto como persona. Me aprecio más a mi misma que a unos cubiertos de porcelana expuestos en un escaparate, por eso tiro los vasos desportillados y utilizo vasos y platos de mejor calidad.
El hecho de que no bebo de una botella no significa que soy una inadaptada o una lady imaginaria. Me parece un gesto vulgar para una mujer beber de una botella, y un vaso, aunque sea de plástico, no es tan difícil conseguirlo.
El hecho de que no coma nunca una manzana hasta el final y tampoco devorar incluso los huesos de mi plato, no significa que soy una figurante, sino que tengo un comportamiento elegante.
El hecho de que no uso el palillo en publico, siquiera disimuladamente,  sonarme la nariz o sacar y usar el pintalabios delante de todos no significa que me dé vergüenza, sino que son modales decente de una mujer a la que no le da pereza levantarse y desplazarse hasta el baño para hacer estas cosas.
El hecho de que no participo en los cotilleos, no significa que soy una marginada, sino que tengo personalidad, y no me interesa la vida privada de los demás.
El hecho de que no me gustan las flores de plástico y las imitaciones no significa que desprecio a los que les agradan estas cosas. Respeto los gustos de todos.
El hecho de que para mí las playeras son para ir a la playa y no para dar paseos por el centro de la ciudad o para ir a un restaurante, no significa caprichos, sino personalidad.
El hecho de que para mí la moda no significa imitar a los demás ni llevar todo lo que esta en vougue, también significa personalidad.
El hecho de que no salgo de casa con la ropa descuidada o rota no significa que no aprecio las cosas, sino que intento mantener determinados estándares. Sinceramente, me parece ridículo echarme un perfume Channel y llevar una blusa sucia y rota, en general, descuidada.
El hecho de soy muy selectiva con las cosas que eligo no significa que soy cursi ni presumida, sino que me gusta la calidad ante la cantidad.
El hecho de que soy original, significa que tengo personalidad.
No soy una caprichosa, sino que únicamente tengo personalidad. Por eso nunca mostrare mi disgusto frente a lo que no apruebo. Nunca disimularé placer por cosas que no me representan, independientemente de que se trate de arte, coche, deportes, musica u otras cosas.
Nunca cambiaré mis gustos en función de tener una nueva pareja o un nuevo entorno. No voy a cambiar mi personalidad solo para ser aceptada en sociedad.
Me basta con vivir en un mundo lleno de camaleones, un mundo que disimula el gusto por la opera, por la pintura, teatro, libros, un mundo donde adquieren personalidades que no les representa, un mundo donde la tristeza se esconde detrás de sonrisas, aveces mal disimuladas, o felicidad, un mundo donde esconden los sentimientos, un mundo donde los cumplidos son totalmente gratis, un mundo donde alaba y aprueba todo solo para ser aceptado.
 

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